Corte Suprema establece que Sunat debe revisar cada operación, no solo muestras

La compañía, siendo una entidad con una amplia base de clientes y, por ende, expuesta a retrasos en pagos, toma ciertas acciones para gestionar estas cobranzas dudosas.

Sin embargo, la Sunat alegó que no todas estas acciones cumplían con los criterios establecidos por la Ley del Impuesto a la Renta (IR) para considerar agotadas las posibilidades de cobranza.

Al pedir detalles a la empresa, Sunat optó por realizar un muestreo en lugar de un análisis exhaustivo de todas las operaciones. La empresa no disputó la metodología de muestreo per sé, sino la interpretación y aplicación de las pruebas presentadas.

El Tribunal Fiscal eventualmente anuló la acción de Sunat basándose en el argumento de que la conclusión de la administración tributaria, derivada de su muestreo, de que la provisión completa no cumplía con los requisitos para ser deducible, era incorrecta.

Esta decisión fue confirmada en las tres instancias del Poder Judicial, hasta llegar a casación. La resolución final subrayó la importancia de la verdad material, la facultad de reexamen del tribunal y la necesidad de que las pruebas sean validadas adecuadamente.

La casación analizó la metodología de Sunat por tener únicamente un muestreo para formular sus conclusiones y concluyo que que debía realizarse un análisis detallado de las operaciones.

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Análisis de la casación

Juan José Assereto Bossio, socio gerente de Zuzunaga y Assereto Abogados, menciona que es muy positiva la conclusión alcanzada tanto por la Corte Suprema como por el Tribunal Fiscal.

Aún así reconoce que el muestreo es una herramienta útil cuando se enfrentan bases de datos extensas, como es el caso de empresas con grandes cantidades de clientes y posibles deudas impagas. Esta técnica, argumenta, beneficia tanto a Sunat como al contribuyente, ya que limita el desgaste de recursos en procesos de fiscalización largos y complejos.

Pero, Assereto aclara que si bien el muestreo es válido, su aplicación requiere cautela. “Si durante el muestreo Sunat encuentra incidencias, no debería generalizarse el problema a todos los casos sin antes realizar un análisis más detallado” dijo.

Esta postura refleja el fallo de la casación, que critica a Sunat por extrapolar conclusiones de un muestreo limitado a la totalidad de las operaciones del contribuyente sin un examen exhaustivo adicional.

Sobre la posibilidad de que Sunat modifique su enfoque tras la casación, Assereto Bossio espera que no se abandone el muestreo como técnica, pero que se ajuste la práctica para realizar investigaciones más profundas cuando se detecten incidencias.

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Debido Proceso

Giorgio Balza, asociado principal de Cuatrecasas, explica que la Corte Suprema reconoce la importancia de principios como el impulso de oficio y la verdad material en el procedimiento administrativo, sugiriendo que estos pueden permitir el análisis de aspectos previamente cuestionados, independientemente de si una de las partes, como empresa, no se ha presentado en ciertas fases del proceso.

“Esto subraya un enfoque en el cual la ausencia de una parte no limita necesariamente la capacidad del tribunal para examinar y debatir cuestiones fundamentales del caso” dijo.

En línea con Assereto, Balza también aclara que el fallo de la Corte no implica una descalificación de los métodos de muestreo aplicados por la Sunat, sino más bien invita a una revisión más exhaustiva de la evidencia y los documentos disponibles, en busca de una decisión sólida y fundamentada en la totalidad de los hechos.

La decisión de la Corte Suprema, tal como la explica Balza, subraya la flexibilidad necesaria en el manejo de litigios tributarios, permitiendo que los principios de verdad material y procedimiento administrativo guíen la resolución de disputas, incluso en casos donde la participación de las partes ha sido irregular.

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Jorge Dávila, socio de impuestos en Rubio Leguía Normand, señala que la principal preocupación reside en la falta de uniformidad en los criterios aplicados por diferentes entidades como la Sunat, el Tribunal Fiscal y la Corte Suprema, en lo que respecta a las sentencias en casación.

“Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre para los contribuyentes, afectando la planificación y ejecución de negocios en el país” dijo.

Dávila explica que las discrepancias entre las interpretaciones de las leyes y reglamentos tributarios y los pronunciamientos de las mencionadas autoridades han creado un escenario donde la seguridad jurídica se ve comprometida.

Esto impacta negativamente en la capacidad de los contribuyentes para determinar las consecuencias tributarias de sus operaciones comerciales con claridad.

Un punto específico mencionado por Dávila fue la capacidad de la Sunat para impugnar decisiones del Tribunal Fiscal ante el Poder Judicial.

“Aunque el Código Tributario establece que esto debería ser una excepción, en la práctica se ha convertido en un camino frecuentemente recurrido por la entidad, aumentando la complejidad del panorama tributario para los contribuyentes” subraya.

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SOBRE EL AUTOR

Gerardo Rosales Diaz

Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Actualmente, ocupa la posición de redactor en el área de Economía en el Diario Gestión.